cannabis medicinalLegalizaciónMarihuana

“Un padre debería poder adquirir medicina de cannabis para su hijo”

Es uno de los referentes mundiales en el tema. El médico canadiense Mark A. Ware, quien viene estudiando y evaluando los diferentes usos del cannabis medicinal desde hace dos décadas, habló con una revista peruana «Somos».

Trece meses han pasado desde que el Gobierno peruano aprobó la Ley 30681, que permite el uso medicinal del cannabis y sus derivados. El reglamento de la medida, sin embargo, permanece en stand-by. La ministra de Salud, Silvia Pessah (renunció esta semana), anunció recientemente que el tema debía ser resuelto por la Presidencia del Consejo de Ministros, pero nada se había concretado al cierre de esta edición, con lo cual los pacientes deben seguir esperando. Es en este contexto que se realizará en Lima, durante los días 10 y 11 de enero, el Primer Encuentro Americano de Profesionales Expertos en Fitocannabinoides, el cual buscará juntar experiencias, estandarizar procedimientos y reunir a los especialistas de la salud que viven y trabajan en el continente en torno al cannabis medicinal, con el objetivo de constituir un bloque de conocimiento experto, serio y científico. Uno de los ponentes, precisamente, será uno de los referentes mundiales en el tema, el médico canadiense Mark A. Ware, quien viene estudiando y evaluando los diferentes usos del cannabis medicinal desde hace dos décadas. 

DISFRUTA LA SIGUIENTE ENTREVISTA:

¿Cuándo y cómo descubre usted los beneficios medicinales del cannabis?
Soy médico de familia y vivo en Montreal. Antes de trabajar en Canadá, lo hice por 20 años en Jamaica, en una clínica donde veíamos pacientes con anemia de células falciformes, un severo mal de la sangre que causa mucho dolor. Durante las consultas les solía preguntar con qué se trataban por su cuenta. Uno me dijo que usaba cannabis o ganja, como le dicen allá. Entonces busqué qué evidencia había sobre ello y no hallé. Entendí que debía estudiar, desde la medicina, el uso del cannabis para el tratamiento del dolor. Así comencé.

Canadá aprobó el uso medicinal del cannabis en el 2001. ¿Podría hacer un balance de lo que esto significó en el tiempo para la salud pública en Canadá?
Ha sido un proceso largo. Hace 20 años la gente no creía que el cannabis tuviera algún valor medicinal. Se pensaba que solo era una droga para el uso recreacional. Muy pocos tenían la visión. Conforme pasó el tiempo se fue entendiendo, muy gradualmente, que el uso médico del cannabis es una cuestión seria y real. Que paleaba el dolor. Hoy se sabe, entre mucha cosas, que ayuda a los niños con epilepsia. Fue la combinación de investigación y educación lo que propició el cambio de actitud.

¿Qué señalan las investigaciones científicas hoy sobre los efectos del cannabis en la salud de las personas?
Mucho se ha descubierto en los últimos 15 o 18 años. Uno de los descubrimientos más importantes tiene que ver con el hecho de que los químicos dentro del cannabis, llamados cannabinoides, son los ingredientes activos de la planta. Ellos son los que generan los beneficios medicinales, así como los posibles riegos. Hay que decir aquí que cualquier medicina que se use, como sabemos, tiene beneficios y riesgos. Ojo con eso. Lo importante siempre será que la dosis sea la correcta. Lo que hemos descubierto es que el cannabis se puede usar de manera segura para controlar ciertos síntomas sin que esto cause otros problemas a nuestra salud. Los riesgos están minimizados. Hoy, pues, se puede usar de forma segura en los aceites o con los cactus.

¿Cuáles son los beneficios en el cerebro, por ejemplo?
La mayoría de los efectos de los cannabinoides operan a través de receptores especializados en el cerebro. Sabemos que estos están en lugares que controlan el dolor, la memoria, el apetito y algunos más. Entonces el desafío es acertar en las dosis para cada persona, mejorar sus síntomas sin causar efectos secundarios. Esto se puede conseguir concretando una correcta preparación (del aceite, por ejemplo). 

¿Cuáles han sido los resultados en Canadá al tratar a niños?
Es importante decir que cuando hablamos de cannabis y niños, hablamos de diferentes moléculas en la planta. El cannabis que se usa medicinalmente en niños contiene el cannabinoide CBD (hay más de 100 tipos de cannabinoides), que no parece afectar el cerebro de la misma manera que otro llamado THC, que sí origina el efecto de euforia, por ejemplo. En niños, muchos de los estudios solo se han hecho en CBD. Y en adultos, muchos de los estudios se han hecho en THC. Estamos avanzando en investigar el efecto solo del CBD en adultos.

¿Qué pasa con los adultos mayores?
Los estudios sobre cannabis y adultos mayores no se hacen con frecuencia. La mayoría se realiza en adultos de 40 a 50 años. Sabemos que los cuerpos de las personas mayores de 65 o 70 ‘metabolizan’ las medicinas de forma distinta, entonces hay que tener mucho cuidado al usar cannabinoides en personas mayores. Sin embargo, es posible que estos tengan importantes efectos en el dolor, el ánimo o los males como la demencia o el Alzheimer. Hay una posibilidad de que tengan efectos, pero todavía tiene que estudiarse esto en clínicas apropiadas.

¿Qué desafíos tienen los investigadores en la actualidad para estudiar los beneficios de la planta?
Creo que tienen que ver con conseguir los suministros para hacer las investigaciones en cannabis; en concretar, además, los estudios clínicos que necesitamos. Ahora que estoy trabajando con [la compañía] Canopy Growth, tengo acceso a los productos Spectrum, se puede experimentar con ellos. Además, hay recursos para ensayar. El reto es encontrar los lugares correctos para hacer los estudios clínicos. Yo voy por el mundo buscando el país correcto, el hospital correcto y los médicos correctos para hacer esas necesarias investigaciones.

En el Perú falta mucho camino por recorrer en el tema… ¿Qué sugeriría a la comunidad científica local para que empiece a alcanzar objetivos?
Para que el tema avance es necesaria educación. Educación sobre cannabis por parte de los médicos, de los pacientes y de la opinión pública. Es necesaria para mitigar la confusión o el miedo en torno al uso de esta medicina. Hay que informar diciendo que existen formas de usar el cannabis que son muy seguras, controladas y científicamente significativas. Los políticos también tienen que educarse en el tema. Hace 20 años, en Canadá, por ejemplo, se le decía marihuana a la planta cuando nos referíamos al uso medicinal. Ya no. Tal vez deberían empezar por repensar el llamarla por su nombre científico: cannabis. Eso podría resolver la mala interpretación o asociación.

Aquí los colectivos de madres de niños enfermos y de pacientes jugaron un rol clave en la aprobación de la ley. Cuando esto sucedió, muchos estuvieron contentos, pero también disconformes porque no se les permite cultivar la planta o preparar su propio aceite. Lo quieren así porque temen el precio de las medicinas que van a ser importadas, entre otros motivos. 
Creo que el acceso al cannabis medicinal es una pregunta que continúa siendo muy importante en todo el mundo. No podría decir en este momento cómo se va a dar en el Perú, pero puedo decir que en Canadá el cannabis medicinal está disponible para cualquier paciente, de cualquier edad. De todas formas estamos trabajando en buscar que las compañías aseguradoras o los planes de salud pública puedan cubrir el costo de la medicina para quienes así lo necesitan. Tenemos mucha labor que hacer en este punto, pero debo decir que si una madre o un padre necesita la medicina para su hijo, debería tener la oportunidad de poder adquirirla siempre. Dicho esto, debo agregar que la medicina debe ser de calidad y consistencia y esto es muy difícil que se dé cuando la preparas tú mismo.

Próximos eventos